Nacida en 1963 – Carta

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Queridos mamá y papá:

Siento que las palabras nunca alcanzan cuando lo que quiero decir me desborda el alma. Han sido 40 años, 14 600 días, 350 400 horas y 21 024 000 segundos de infiero. Vuestra bondad no ha sido suficiente para hacerme olvidar mi desolada infancia. Yo no quería la colección de Barbie’s. Yo no quería ir a Disney Land Paris, ni tampoco quería unas vacaciones familiares en Cuba. Ni siquiera quería vacaciones. No quería cambiar de armario cada temporada. No quería clases de piano con el mejor músico de la ciudad. No quería invitar a todos mis amigos al cine. No quería un mayordomo. No quería cookies. No quería vuestros regalos. No me gustaba mi cuarto de juguetes. No quería una nani. No quería poder maquillarme desde los 13 años. No quería tantas películas en cintas de video. Ni irme a la cama tan tarde como yo quisiera. No. No quería la Kodak, ni el mp3. No quería paga semanal. No quería poder atiborrarme a chucherías. Ni ir al show de Fofito y Miliki. No quería grandes fiestas para mi cumpleaños. No quería poder tomarme el Colacao en el sofá del salón. No quería poder ver películas hasta tarde. No quería el Cine Exin, ni peonzas, ni el Lego del vecino. No quería el telesketch. No quería la revista semanal de moda. No quería 4 bicicletas. Ni siquiera hacerme un tatuaje. No quería ir al club de golf. No quería tener las amistades que os convenían. No quería comportarme delante de vuestros amigos. No quería jugar a tenis, ni a pádel, ni ir a danza, ni ballet. No quería no recibir broncas tras pintar las paredes con rotuladores. No. No quería poder ponerme en el asiento del copiloto. No quería tener “la suerte” de escoger mi ropa cada día. No quería poder tomar bebidas con cafeína. Ni que no os importasen mis notas, si suspendía o si aprobaba. No quería gafas de sol. No quería coleteros de Channel. Yo no quería aprender inglés en Oxford. No quería hacer un voluntariado en Tailandia. No quería que me enchufarais en la empresa familiar.  No… no quería nada de eso mamá y papá. Yo quería que me apartarais al abuelo.

 

Vuestra hija, que os quiere, pero añora vuestra atención desde que nació.